miércoles, 20 de agosto de 2014

Bombas de relojería.

Mudanzas, mudanzas y más mudanzas... fuisteis muy crueles al no avisarme de lo que suponía una mudanza. (Ya ni siquiera quiero escuchar más la palabra). Estoy hasta el moño y más allá, así, por intentar decirlo finamente. ¡Vivo en un constante estado de estrés desde hace una semana! Y lo sé, probablemente estáis pensando que soy una quejica o que debería estar contentísima porque por fin ha llegado el momento de irme, pero en cambio lo único que hago últimamente es quejarme. Reconozco que estoy teniendo una actitud pésima, soy la primera que se da cuenta, pero es que no puedo fingir. Tampoco quiero engañaros, aunque muchas veces parezca que vivo en una nube, creedme, soy bastante consciente de lo que me rodea.
Cedrick y yo discutimos día sí, día también. Bueno, si es que a eso se le puede llamar discutir. Ya sabéis, diferencias de opiniones del tipo: "Deberíamos arreglar antes la cocina". "Es mejor ir montando la estantería para el salón"... bla, bla, bla. Una dice una cosa, el otro dice otra. Y aunque son bobadas, bobada tras bobada, hace una bola bien grande que explota en miles de pedacitos. No voy a negar que estos días tuve ganas de estrangularle... cuando a mi "alemán" se le mete una idea en la cabeza no hay quien le saque de ahí, ni tampoco intentéis hacerle entrar en razón... es un cabezota, y sí, es mi Amo, ¿qué pasa? Él sabe que lo es, y sabe que yo le adoro así, aunque me saque de quicio.
En fin, sé que es normal que estas cosas nos pongan un poco más susceptibles, pero es que además de todo me he dado cuenta de que mi nivel de patosidad supera con creces lo esperado. Me entró lejía en un ojo, metí un pie en un cacharro lleno de pintura blanca, casi me caigo de la escalera, me di con todo el rodillo manchado de pintura en la mejilla... ¡Estoy harta! MUY harta. No puedo tener más ganas de acabar con eso, dejar todo el piso limpio y habitable y ala... ¡a la aventura!
Dadme ánimos porque esta tarde me espera más de lo mismo...

Reconozco que lo que más me está costando es la presión psicológica a la que yo misma me estoy sometiendo. Tengo unas ganas locas de irme a vivir con Él, llevo soñando con este momento durante mucho tiempo, pero como sabéis, también tengo mis miedos. Miedos que yo misma me infundo, que quede claro. Y es que probablemente sean tonterías pero yo... no puedo evitar estar asustada. Si por mí fuese viviría con Él y ya está, sin nada ni nadie más alrededor, pero evidentemente esto es imposible, y evidentemente, mi vida también depende de mí misma y tengo que esforzarme por mi futuro y por ser quién quiero ser. ¿Cuál es el problema? Que no sé por donde empezar. Estoy muerta de miedo por tener que conocer personas nuevas, por tener que pasar una vez más por lo mismo... no quiero sentirme juzgada por nadie más. Y sé que muchas veces os digo que me da igual lo que los demás piensen de mí, sí, me importa lo que se dice nada, pero aún así, esa sensación de entrar en un lugar en el que todo el mundo se conoce, todos tienen sus vidas y de pronto, apareces tú y todas esas personas te observan y observan... susurran y comentan... en fin, odio la sensación. Y odio no poder ser la marginada que quiero y adoro ser. Me fastidia ese plazo de tiempo que pasa desde que la gente te conoce, hasta que se da cuenta de que eres así porque sí, de que te gusta más la soledad, o estar en tu mundo que con los demás... Me cuesta mucho encajar, seguro que por mi propia culpa, lo admito, pero es que lo que más me cuesta es encontrar personas con las que poder hablar de todo, que no se espanten de como eres y no te juzguen sin más.
En fin... que soy boba, vaya.

Spameando. Qué mal suena, ¿no?

http://ask.fm/lalolitadean : ¡Venga, que se pueden hacer preguntas anónimas, bonitos! 
http://instagram.com/anpoulain_ : Un pedacito más de mi mundo.

miércoles, 13 de agosto de 2014

martes, 12 de agosto de 2014

"¿Cómo descubriste que eras una sumisa?"

Con esa pregunta me encontré esta mañana en Ask. Con esa y con otra que también me hizo pensar bastante: "¿Crees que seguirás con tu actual tipo de relación para siempre o algún día cambiarás a una relación más 'convencional'?", pero vaya, creo que la segunda me da para escribir otra entrada muy extensa. Hoy quiero centrarme en eso, en lo de cómo descubrí que era sumisa porque desgraciadamente para mí, y teniendo en cuenta lo muchísimo que me gusta enrollarme para explicar algo, la respuesta que di en Ask para esa pregunta creo que quedó bastante pobre (maldito límite de letras). 

Muchas veces me encuentro con que hay personas que se plantean eso y la verdad es que yo antes, al principio, también lo hacía, también me llegaba a cuestionar a mí misma si esta era mi vida de verdad, si era lo que necesitaba realmente, o incluso me preguntaba cuál era la razón de que tuviese estos sentimientos y necesidades. Creo que he llegado a comprender que hay cosas que no tienen explicación, que no surgen por un hecho concreto, que a veces simplemente son nuestros deseos, nada más que eso.  
No puedo hablar por todas l@s sumis@s, cada persona es un mundo y cada uno entiende y lleva esto de una manera. Algunos simplemente lo llevan en el sexo, otros las 24h del día, otros lo mantienen en secreto, otros no... cada persona sabe lo que hace y como lo hace, al fin y al cabo, es nuestra vida. 
En mi caso, no me considero la "típica" sumisa. No sigo esos absurdos patrones establecidos, porque sí, los hay. Hay gente que cree que porque no trates de usted a tu Amo cada vez que te diriges a Él ya no eres una sumisa. O porque de vez en cuando le retes, o porque le hagas rabiar, o porque le digas que no a mil cosas... Ya os dije que soy una chica normal y corriente, ¿no? Me gusta hacer las cosas que pueden hacer las demás chicas de mi edad y sí, muchísimas veces (más de las que me gustaría) soy una niña... pero para mí, la sumisión no reside en eso, es mucho más que esos pequeños detalles. Quizá no debería seguir esas etiquetas de Amo/sumisa, pero es que si lo soy... ¿qué le importa a otras personas la manera que tenemos nosotros de llevarlo? 

Yo no descubrí que era sumisa así sin más, ni un día me desperté y dije: "¡Genial! Me gusta que me aten y me azoten, entonces soy una sumisa." (Realmente me parece absurdo tener que recalcar esto, pero es que si no hay persona que las tonterías que puede llegar a pensar son impresionantes...). 
Supongo que todo ha surgido de un modo muy natural, que es como creo que deben surgir estas cosas. A veces me pregunto si todas las vivencias que has ido pasando, si hechos importantes que han sucedido en tu vida pueden influir, no estoy segura la verdad, imagino que en cierto modo sí. Como os dije alguna vez soy una persona bastante solitaria, a priori sé que puede parecer lo contrario, mi aspecto, mi forma de comportarme... la gente que me conoce (que es muy poca) sabe lo que me cuesta "encajar". Es toda una odisea para mí. Nunca se me ha dado bien socializar, nunca se me ha dado bien deshacerme de la etiqueta de bicho raro, y en realidad... tampoco me desagrada llevarla conmigo. Sé que os preguntaréis qué es lo que hay en mí para que otra gente me vea diferente y eso les haga alejarse. Pues bien... yo tampoco lo sé. No tengo ni idea. ¿Me importa? ¡En absoluto! Disfruto de eso, disfruto de mi misma y de quién soy. Pero aunque no lo reconozca, creo que esas cosas influyen en mi misma de alguna manera.
Como expliqué por encima en la respuesta que di en Ask, siempre fui muy de resolver los problemas yo sola. Tuve una infancia muy agradable, preciosa. No faltó nada, absolutamente nada. Aunque las cosas cambiasen a los doce años por culpa de una depresión que tuvo mi padre... en ese momento todo se puso muy patas arriba. ¿Cómo no iba a hacerlo? Eso marcó un punto y aparte en mi vida. Me alejé de mis "amigas", o quizá más bien ellas se alejaron de mí, comencé a desatender los estudios y me refugié en el silencio de no contarle nada a nadie, ni siquiera a mis padres o hermanos. A partir de ahí fue cuando creé ese vínculo tan especial que tengo con vivir en mi mundo y estar más en él que en este real... Las cosas cambiaron mucho. 
¿Perdí esa "complicidad" con mi familia? Tal vez puede explicarse de ese modo. Les adoro, y para mí son la mejor familia del mundo, pero... a veces me sentí muy perdida y no fui capaz de acudir a ellos, ni ellos de entender que les necesitaba. No les culpo en absoluto, todos nosotros pasamos un momento difícil. Ahí surgió una carencia muy grande: protección, seguridad, un guía, un pilar en el que sostenerme. 
Estaba tan perdida y sin saber qué hacer que tomé decisiones equivocadas, me refugié en una persona muy dañina que creí que me quería y... lo hice mal. Hice muchas cosas mal.

¿Soy una sumisa? Igual decir que soy una sumisa son palabras mayores, igual no tengo el derecho aún de llamarme así, pero... yo sé quién soy y porqué hago lo que hago.
Cuando me conecté a aquel chat hace tres años, os juro que volví a tener las riendas de mi vida. Que yo no sé si creo en el destino y todas esas cosas de cuentos de hadas... pero algo me impulsó a hablar con aquel hombre que llamó mi atención con su nick. Algo me hizo hablarle y... por raro o imposible que pueda parecer, con Él es con quién sigo tres años después, con Él es con quien me voy a ir a vivir dentro de unos días. 
A mí me duele cuando decís que las relaciones de este tipo son "sucias", no comprendo como podéis ver mal algo tan especial, tan bonito. ¿Os hacéis una mínima idea de la intimidad que comparto con Él? ¿De lo que siento en las sesiones? No, no tenéis ni idea... 
Sólo Él puede castigarme y cubrirme de besos, sólo Él puede abrazarme y hacerme sentir que no tengo que tener miedo a nada. Es todo, todo aquello que necesité siempre, el pilar que hacía falta en mi vida, mi protector, mi amante, mi compañero, mi mejor amigo. Y cuando me desvío del camino y dudo, ahí está, a mi lado, para recordarme lo fuerte que soy y que puedo con todo lo que me proponga.

¿Qué cómo descubrí que era una sumisa? Día a día lo sigo descubriendo.

viernes, 8 de agosto de 2014

8/8

Hoy no podía pasar sin escribir. Vale, igual simplemente quiero quejarme de no poder celebrar este día cuando me gustaría (ya sabéis que soy una quejica así que nada de espantaros...), pero es que me voy a desesperar. Tengo encima esa sensación de necesitar algo con todas tus fuerzas y a la vez saber que pronto lo tendrás pero que como siempre, está a un paso, rozando tus dedos pero sin que puedas llegar a alcanzarlo. Pues hoy estoy así, pensando en azotes, azotes, y azotes... y desgraciadamente sin poder tenerlos. Además no paran de preguntarme en Ask sobre más cosas que tengan que ver con azotes, por lo que... más impaciente no puedo ponerme:




Sacando el tema del Ask, me han hecho una pregunta que no sé muy bien como responder. Estoy entre un: "¿Tienes un problema?" o un "¿Tienes un problema MUY grande?". Es que cansa un poco el dramatismo ese de: "¡Estás enferma! ¿¡Cómo te puede gustar que te azoten o te hagan daño!?". Sinceramente paso de tener que responder lo mismo de siempre, o justificarme, o intentar explicar a la gente que lo ve como una "aberración" que esto es todo lo contrario. Mirad, iros a dónde yo me sé todos los que pensáis eso y que vais de dign@s diciéndonos a los demás lo que está bien o está mal y preocuparos un poco de mirar en vuestras propias vidas. 

Sí, adoro que me azote. Sí, me encanta esa sensación de escozor en la piel y que me duela el culo al sentarme. Me encanta que lo golpee y luego lo acaricie y pase despacito un dedo por mi clítoris para que después me vuelva a azotar. ¡Me encanta! ¡Me vuelve loca! Y más me gusta mirarme después en el espejo y ver la marca de su mano. Se nota el contorno de sus dedos, de su palma... Lo adoro. ¿Os queda clarito? No tenéis ni idea de lo íntimo que es un momento así, de lo que se siente después, y de lo que me cuida y se preocupa por mí una vez que ha terminado. En realidad me da pena que nunca vayáis a experimentar una complicidad y vínculo tan importante y bonito con alguien. Y ahora llamadme lo que os de la gana todos esos que tanto criticáis, además... me interesa saber una cosa, ¿si tan mal os parece, por qué miráis blogs o perfiles de Twitter sobre el tema? No lo entiendo, oye. A mí no me gusta el fútbol y no lo veo, a mí no me gusta algo y no lo miro. ¿No será que quizá os interesa demasiado? Pobrecillos...

Ala. ¡A disfrutar de este día se ha dicho! Y que muchos culos queden así: 


martes, 5 de agosto de 2014

Lo siento, no soy un robot.

Llevo unos días en los que la poca inspiración que normalmente se pasa por mi casa a visitarme, ha desaparecido. Tal vez es que estoy con mil cosas en la cabeza, algo agotada mentalmente, cruzándome con decepciones constantes, o simplemente es que soy una vaga (que también), pero últimamente no tenía ni ganas ni ánimos como para ponerme a escribir aquí en el blog. Yo más que nadie lo siente, si por mí fuera escribiría un post diario contando mil cosas de mí o desahogándome, que no es poco, pero... no puedo. Estoy como en otra órbita, y aunque ya estáis hartos de que os diga lo mucho que me gusta estar en mi mundo, siento que llevo unas semanas haciéndolo mucho más y no sé hasta que punto eso puede ser bueno o malo. Es más, me creo capaz de asegurar que Cedrick y yo estamos viviendo un momento de esos en los que se ponen a prueba nuestros nervios y todo lo que llevamos trabajado y avanzado hasta el momento. No me agradan estas situaciones, pero tampoco me desilusionan, somos humanos. Insignificantes humanos cargados de mil y un defectos, defectos que por supuesto siempre estarán ahí, en nuestras personalidades, pero que nosotros podemos controlar con mayor o menor facilidad, pero podemos.
Todo el estrés de la mudanza pasa factura, y aunque se supone que deberíamos estar tirando cohetes y muertos de amor porque al fin vamos a irnos a vivir juntos, somos unos susceptibles. ¿Qué queréis que os diga? No sería real únicamente hablar de las cosas bonitas de una relación, siempre hay baches, hasta en las parejas que parecen más sólidas y enamoradas. Yo le amo con locura, pero somos unos gruñones. ¡Le adoro hasta cuando se enfada conmigo y me saca de quicio! Porque sí, también me saca de quicio a veces.

¿A qué viene esto? Pues a que realmente creo que algunos vivís en una fantasía. Y no, no hablo de esas fantasías en las que vivo yo, esas de alejarme del mundo real y refugiarme en mis libros. Hablo de que tratáis de llevar las cosas de un modo muy... ¿utópico? O al menos eso es lo que me parece a mí.
Está claro que una relación es cosa de dos, y que si ambas partes de la pareja están de acuerdo en llevar las cosas de una manera, pues adelante, es cosa de ellos. Pero... igual es que soy boba, o que tengo un Amo demasiado bueno y respetuoso conmigo (lo tengo), pero... ¿no es preocupante eso de que ciertos "Amos" supriman por completo la personalidad de sus sumis@s? No por ser sumisa eres una mujer sin voz ni voto, de hecho, creo que tu Amo debería fomentar eso en ti, que te sientas segura de ti misma, que te expreses sin miedos, que no dejes de ser quien tú eres.
Es que no he podido evitar fijarme en uno de mis seguidores de Twitter y las cosas que he podido leer de él. Evidentemente yo no soy nadie para decirle nada, pero he visto que se considera un Amo y vaya, tiene una sumisa, ambos son muy jovencitos, pero... indagando más (sí, porque soy una cotilla, lo admito), es que no os imagináis el sufrimiento que transmiten las cosas que escribe esa niña. Como le contesta él, sin un atisbo de sentimiento, con un egocentrismo y chulería que para mí no encajan en un buen Amo, lo siento. ¡Lo sé, lo sé! Tal vez saqué conclusiones precipitadas, pero es que... me siento un poco mal pensando en eso. Creo que esto, nada de esto, se debería tomar a la ligera, creo que todos estamos aprendiendo constantemente, tanto los Amos como las sumisas, y creo que para dar un paso más hay que estar muy seguro de lo que uno está haciendo porque si no puedes hacer mucho daño a una persona, y no hablo de daño físico, hablo del otro tipo de daño, ese que es mucho más difícil de curar. La verdad es que yo también soy una cría, y muchas veces digo y hago cosas de cría, pero también pienso que tengo las cosas muy claras y que por suerte, me han mostrado cual es el verdadero camino. No permitáis que alguien os haga daño gratuitamente, por favor. Os lo dice alguien a la que se lo hicieron antes de conocer a quien hoy en día en todo para ella.
¿Y con esto que quiero decir? Pues que una sumisa también se enfada con su Amo. ¡Yo al menos lo hago! Vale, que no puedo faltarle al respeto, ni ponerme como una loca, pero cuando algo no me gusta, lo digo. Porque Él jamás ha intentado convertirme en otra persona. Me quiere por como soy, por los caprichitos que tengo de vez en cuando, por mis locuras, por mis inseguridades y bobadas, y por supuesto también por mis cosas buenas, pero si se ha enamorado de mí... se ha enamorado por todo, ¿no? No permitáis que nadie os trate de cambiar. Porque sinceramente, si pretendéis eso con la persona que tenéis al lado, es porque os pasáis por donde yo me sé todo lo que significa una relación de este tipo. ¡Qué somos personas, leñe, no robots!